Cómo prevenir, tratar y curar las
enfermedades cardiovasculares es un gran reto en estos tiempos en los que su
incidencia en la población mundial es muy elevada.
En Europa son la principal causa
de mortalidad. Por lo que respecta a España, la
mortalidad debida a estas patologías aumentó en 2012, tras 20 años de descenso,
según informó el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), José
Ramón González-Juanatey, quien atribuye este notable incremento a la crisis
económica.
Efectivamente, se sabe que, tanto
el estrés crónico, que puede estar provocado por una crisis, como el estrés
agudo, que se sufre en situaciones de peligro, están asociados a los accidentes cardiovasculares. En el congreso de Barcelona se han presentado dos nuevos estudios que reafirman lo que ya habían
comprobado otras investigaciones en este sentido.
Uno de estos trabajos, realizado en Grecia, comprobó que el número de infartos que se
produjeron en un hospital aumentó en el período de crisis, especialmente entre
las mujeres, en las que creció un 86%,
mientras que en los hombres el aumento fue de un 28 %.
El otro estudio, que fue realizado en Estados
Unidos, encontró que durante el huracán Sandy aumentó el número de infartos en
New Jersey en un 23% y la mortalidad a 30 días por causa cardiovascular en un
28 %.
Estos son dos buenos ejemplos de cómo
los factores del entorno condicionan nuestra salud.
En el congreso también se han
presentado investigaciones que muestran cómo influyen nuestros hábitos. No
podían faltar las que se centran en el tabaco. En esta ocasión ha sido un
estudio español, realizado con casi 7.000 fumadores, el que ha demostrado que
fumar está relacionado con la insuficiencia cardíaca.
Además se ha hablado de las
bebidas energéticas, cuyo consumo crece en los últimos años, incluso entre
niños y adolescentes. Un estudio realizado en Francia, puso de manifiesto que
un consumo inadecuado puede producir, entre otras, complicaciones de origen
cardiovascular, como paro cardíaco, muerte súbita, arritmia, angina de pecho...,siendo el trastorno más habitual el “síndrome de la cafeína”, cuyos síntomas son dolor
de cabeza, taquicardia, ansiedad y temblores.
También ha habido noticias en positivo, como las conclusiones
de un estudio llevado a
cabo por la Universidad de Oxford en China, con casi
medio millón de personas durante siete años: Las que consumían fruta a diario redujeron su riesgo cardiovascular entre un 25% y un 40% y este riesgo disminuía
a medida que aumentaba el consumo de fruta. Según los expertos, este efecto
puede deberse a que comer fruta está relacionado con la disminución de la presión
arterial.
Estas son unas cuantas pistas sobre cómo cuidar nuestro corazón. Podemos empezar por las más fáciles.
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